¿Cómo mantener nuestro Yakisugi?
Por regla general lo primero que nos gusta explicarle a nuestros clientes es que el Yakisugi no debe ser pensado de otra forma que cómo acostumbramos a pensar cualquier revestimiento de madera.
Tiene sus características específicas, es cierto, y lo abordaremos, pero frente a la consulta sobre cómo mantener nuestros revestimientos siempre contestamos lo mismo: deberá el usuario situarse año tras año frente a su revestimiento y ver, de acuerdo al impacto de los rayos UV, del sol, de los cambios bruscos de humedad y de la exposición prolongada de vientos fuertes, agua o nieve, qué tipo de mantenimiento necesita su fachada.
A la hora del mantenimiento
En líneas generales, lo primero que pensamos es que hay que renovar la capa de polímero de protección con el cual se entrega de fábrica. Esta capa es la que aísla la superficie carbonizada de las condiciones atmosféricas externas, por eso, puede sufrir a lo largo del tiempo.
Renovarla será necesario y pueden adquirir nuestros productos directamente en nuestra web en www.kokkaiyakisugi.ar o contactarnos para que podamos ayudarlos directamente a info@kokkaiyakisugi.ar.
En segunda instancia, deberemos ver cuántas manos del polímero de protección vamos a aplicarle. Por norma general, se aplican entre dos y tres manos. El usuario deberá observar de acuerdo al punto de brillo que este desee. A mayor cantidad de manos de nuestro polímero de protección, mayor será el punto de brillo, y mayor la protección.
Aconsejamos a nuestros clientes reticentes al brillo poder comprender que el brillo puede no ser grave si observamos que esta es la mejor protección que podemos darle a nuestro revestimiento.
Aplicación
Este producto se aplica a mano, con pinceleta y sus materiales deben ser enjuagados con agua al ser un polímero de terminación 100% sustentable, sin uso de solventes.
Si quisieran una opción mate pero con otras prestaciones pueden escoger nuestros revestimientos impregnados en Aceite Natural de Tung como polímero de terminación.En cuyo caso, el mantenimiento implicará la aplicación de hasta tres manos de este aceite natural. Su aplicación es a mano y con pinceleta. También pueden adquirir este producto en nuestra web www.kokkaiyakisugi.ar.
En caso de querer aplicar dos manos de nuestro polímero de terminación, lo cual va a reforzar la barrera contra rayos UV y transferencias de humedad, luego se puede aplicar una o dos manos de nuestro aceite natural de tung que es una opción viable y recomendable. El aceite lo que hará es nutrir el polímero aplicado y la madera de fondo, reforzando la protección e impermeabilización.
¿Cómo se mantiene en Japón?
Habiendo comentado nuestras mejores prácticas para el mantenimiento de este revestimiento cabe mencionar el uso y costumbre en Japón. En el país asiático no se preocupan en absoluto por su mantenimiento y guardan un gran aprecio al paso del tiempo en los materiales. Esta visión oriental se enraíza en una filosofía, estética y hasta ética humana asociada a los principios del WABI-SABI. Sentimos que es una opción saludable frente al avasallamiento moderno por encontrar materiales sintéticos libres de mantenimiento (lo cual muchas veces no sucede, como es el caso del WPC que es tan afectado por los rayos UV como la madera).
EL PASO DEL TIEMPO
La acción de los rayos UV va desgastando de forma natural la madera, quemándola, secándola y cambiándole la estructura celular que le da color, llevándola hacia un gris. La acción de filtro de nuestro polímero de terminación evita y genera la suficiente capa de producto para poder filtrar los rayos y prolongar la durabilidad del material.
Sin embargo los rayos UV en argentina son altísimos y no hay producto que pueda filtrar a este ni a ningún otro revestimiento la acción permanente de rayos uv por arriba de la media mundial.
El ciclo natural implica que nada dura eternamente, entender esto en el contexto de urgencia y necesidad de control en el que vivimos actualmente no es nada sencillo y animamos a nuestros clientes a que puedan comprender nuevos modos de observar los materiales, sus expectativas reales y lo que ofrece estéticamente la vejación del tiempo en nosotros: todo lo bueno expuesto al tiempo se pone mejor, siempre. El ser humano, el vino, la madera, el cuero.
Habrá que ver qué significa para nosotros un buen material. Que quede expuesto, protegido correctamente a través de los años, para poder descubrir dentro de un tiempo propuestas estéticas más disruptivas y relajadas que modifican el acento desde la insoportable perfección hacia algo más orgánico y bello de vivir.